jueves, 10 de diciembre de 2009

Qué difícil no quebrar hoy.
Con ésta gran desilusión de mi misma, con el recuerdo fresco, y no tanto, de vergüenzas propias y ajenas.
Con ésta imposibilidad para estudiar, con este sentirme fea.
Con este ojo que me duele, con las pocas ganas que tengo de irme o de quedarme.
Con estas ganas locas de estar al fin en Córdoba o en Mardel. O en el limbo.
Con este olvidarme del deber de olvidarme, de lo que sea que me esté rompiendo las bolas.
Con esta mancha roja en el medio de la frente.

1 comentario:

elcriptico dijo...

Definitivamente me gusta tu forma de escribir. Y si, yo también encuentro ciertas similitudes, filosóficas y/o semánticas. Tal vez sea que los interrogantes no son tan disímiles, o las respuestas nos son igual de esquivas, qué sé yo. Me alegra tu comentario y también me gusta haberte encontrado. Ojalá podamos hablar con palabras que signifiquen, aunque las calesitas dialécticas no me disgusten para nada.

PD: Y ya que estamos, si llegas a conocerme un tanto más, decime cómo soy; porque lo que es yo, no tengo ni idea.