sábado, 3 de octubre de 2009

Si me confundo y algunas cosas no salen bien.
Si no sé muy bien lo que estoy pensando y me cuesta salir de la compu.
Si no tengo hambre pero tengo ganas de almorzar con alguien.
Si tengo ganas de tomar mates.
Si nadie puede acompañarme.
Si tengo que leer tecno.
Si estoy pálida.
Si se dan todas las condiciones pongo el agua y me voy a la plaza a leer sola.

jueves, 1 de octubre de 2009

En el bondi te torrás

Iba en el bondi, dormitaba. Pensaba en la tarde pasada en lo de "No seas malo", aquel compañero que a falta de nombre, en los primero días se llamó de la manera que más lo caracterizara. Recordaba cada vez que él había dicho "no seas malo... " en la primera clase de la primera materia que cursara de la carrera. Y que aquel día en el colectivo había encontrado un celular que devolviera a la piba que, desesperada había llamado durante todo la puta clase sin que ella pudiera desligarse de la responsabilidad de quedarse escuchando las ganzadas que dijera el jefe de cátedra que les diera la bienvenida durante hora y media con fotos y música de sui generis.
Se sorprendía ahora, medio dormida en el bondi de que fuera justamente "no seas malo..." el que se ofreciera a acompañarla abajo para devolver el celular. Un intercambio, en ese momento, entre 2 completas extrañas que luego serían, ambas, sus compañeras de grupo 3 meses después del día que devolvieran el celular. Justamente hoy, después de lo que se sintió como un mes sin dormir, mientras ella dormitaba pensando en ellos, se había terminado el tp que hicieran juntas con él. Aunque ya estaban marcados, como ganado, el grupete. Sin importar si alguna vez volvían a cursar juntos una materia trabajarían a la par de por vida, codo a codo, cabeza a cabeza, teniendo como premisa aquello que en éste día eterno los hizo destacar, sus premisas, sus prioridades y sus modos, forjados a fuerza de no dormir.
Y si aquella que escribía ya nunca podía pensar en palabras abstractas sin imágenes se lo debía a aquel que no podía pensar sin cuadros o a esa que podía plasmar en imágenes exactas y precisas lo que ella le describiera o le pidiera que le ayude a entender.
Y así, medio dormida, podía verlos, aún, junto a ella, pidiéndole que les alcanzara el cartón y dando gracias por el mate que llevaron después al aula en la que dejaron su trabajo con sangre del dedo de "1100", el celular que perdiera aquel primer día que se vieron en la entrada del lado del río.
Imaginaba, así, adormecida, el momento de llegar a casa, prender la compu, relajarse al fin, y verlos conectados, dándose las buenas noches a las 2 de la tarde y comentándoles por enésima vez "en el bondi te torrás"

Nunca tan explícitamente literal

No sé lo quiero y no lo quiero ya.
Tampoco sé lo que no quiero, eso debería ser suficiente para ser feliz por cualquier cosa. No me lo impide, aunque ésta incertidumbre me acrecenta la ansiedad.
Cualquiera sea, la excusa que te guste debería ser suficiente para que me invites a tomar una certeza con maní.
Si hay algo que sé que quiero querer es jugar. Me gustan los juegos, me tranquilizan, me divierten, juegos de palabras, juegos de poder, juegos de cartas, juegos de cerveza.
Y si fumo más de lo que fumaba será porque duermo poco por las entregas o el insomnio y fumo escuchando a Dolina mientras pienso cuáles serán las cosas que quiero querer tener. Por lo pronto tenerte cerca es un sueño que me gusta soñar cuando me acuerdo de que me divierto pensando que sueño que te sueño cerca. Y si Dolina habla amores me acuerdo de que no quiero más que aquello de lo que habla Dolina, sea: tomar un café, sea: esperar al colectivo para pelear con las viejas que luego habrán de irse para que empiece el bailongo.
Pero si todavía me leés sábelo: lo voy a poner en el blog.
Y si no me leés tal vez nunca te enteres de que no es por vos.