No sé lo quiero y no lo quiero ya.
Tampoco sé lo que no quiero, eso debería ser suficiente para ser feliz por cualquier cosa. No me lo impide, aunque ésta incertidumbre me acrecenta la ansiedad.
Cualquiera sea, la excusa que te guste debería ser suficiente para que me invites a tomar una certeza con maní.
Si hay algo que sé que quiero querer es jugar. Me gustan los juegos, me tranquilizan, me divierten, juegos de palabras, juegos de poder, juegos de cartas, juegos de cerveza.
Y si fumo más de lo que fumaba será porque duermo poco por las entregas o el insomnio y fumo escuchando a Dolina mientras pienso cuáles serán las cosas que quiero querer tener. Por lo pronto tenerte cerca es un sueño que me gusta soñar cuando me acuerdo de que me divierto pensando que sueño que te sueño cerca. Y si Dolina habla amores me acuerdo de que no quiero más que aquello de lo que habla Dolina, sea: tomar un café, sea: esperar al colectivo para pelear con las viejas que luego habrán de irse para que empiece el bailongo.
Pero si todavía me leés sábelo: lo voy a poner en el blog.
Y si no me leés tal vez nunca te enteres de que no es por vos.
jueves, 1 de octubre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario