jueves, 10 de junio de 2010

El Economista

Vive pegado a su caja.
No es para vigilarla o por obsesión, literalmente esta pegado a ella.

Con los brazos cruzados y el rostro ceñudo, acusador. Tiene el mismo aspecto que un director de escuela.

Compuesto por la sección de economía del diario, Plasticola (No cola Vinílica, si no es de marca no sirve es su lema)y servilletas de papel, no consiente el desperdicio.

Lleva a cuestas una gran carga. Se ve en su espalda el rastro de los años sentado en su escritorio. Sentado siempre de brazos cruzados.

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